EUROPA
PRESS
19 noviembre
2018
Productos
antienvejecimiento, ¿hay alguno eficaz?
Las parafarmacias,
y tiendas de cosmética ofrecen una amplia gama de productos de belleza con
propiedades rejuvenecedoras que muestran fotos de mujeres atractivas con una piel
reluciente gracias a la crema antienvejecimiento que anuncian.
Las hay muy baratas y de precios desorbitados, tanto que
pueden considerarse artículos de lujo, según advierte la dermatóloga en el
Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Lorea
Bagazgoitia, con motivo de la publicación de 'Lo que
dice la Ciencia sobre el cuidado de la piel' (Plataforma Actual).
La también especialista en el Hospital Ruber
de Juan Bravo y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología
(AEDV) advierte de que una crema antiarrugas "eficaz, milagrosa, y que
haga desaparecer las arrugas de tipo crema no hay". El Botox
sí que puede hacerlas desaparecer, afirma, pero a nivel cremas y productos de
cosmética se ha demostrado que "disminuyen los signos de envejecimiento,
pero no las hacen desaparecer".
Así, de entre los componentes estudiados para el
envejecimiento cutáneo los más efectivos y que presentan una evidencia más
sólida son los retinoides, que deben ser evitados por las embarazadas, según
advierte Bagazgoitia.
Sobre la fecha en la que se pueden o deben empezar a emplear
las cremas antiarrugas, la dermatóloga reconoce que no hay una fecha concreta,
aunque se pueden empezar a usar desde que existe la preocupación. "El
mejor antiarrugas es el factor solar, entonces si desde la juventud temprana se
protegiera bien la piel del sol se utilizaría el mejor antiarrugas que hay, que
es el protector solar. Una vez que surgen las arrugas finas los retinoides
pueden ayudar pero siempre de forma discreta y leve", subraya la
dermatóloga y miembro de la AEDV.
Para elegir la mejor crema para nuestra piel Bagazgoitia considera que cuando una crema está aprobada
para su comercialización es que ha pasado los filtros de cosmetovigilancia
que la hacen apta para uso cotidiano. "Una crema comercializada va a ser
segura en principio. Para encontrar la más apropiada lo más importante es que
le resulte agradable a quien la use y esté contenta con ella. No siempre el
precio va en relación con la calidad, y en función del tipo de piel habrá que
buscar una u otra", sostiene.
Para el día la especialista recomienda que lleven
fotoprotector solar, y si es una persona con rosácea que no lleve retinoides
porque estos irritan bastante. En su opinión, es bueno dejarse aconsejar por un
dermatólogo porque muchas veces las personas utilizan cremas que no les
corresponden e insiste en que no hay una crema que sea la mejor para todo el
mundo.
En otra entrevista con Infosalus,
la presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), la doctora
Petra Vega, destaca que "no hay ningún producto que sea
antienvejecimiento"; si bien advierte de que sí que hay buenos cosméticos
que mejoran la calidad, la hidratación y la textura de la piel.
A su juicio, cualquier crema debe aplicarse teniendo en
cuenta las características de la piel y las circunstancias medioambientales.
"No es lo mismo la piel de un fumador que la de otra persona que tiene
unos hábitos de vida saludables, ni requerimos el mismo tratamiento en invierno
que en verano. Lo ideal sería hidratar y proteger desde bebés, y nutrir en
función de las características de la piel", agrega la especialista.
Las cremas antiarrugas, en general, según apunta Vega,
tienen las mismas características que otras cremas hidratantes o nutritivas, lo
que pasa es que incorporan concentraciones más altas de antioxidantes y de
otros activos que pueden mejorar el estado de una piel que presente
determinados síntomas, tales como la pérdida de elasticidad, de grosor, o de
luminosidad.
"Así que es más importante realizar una valoración
exacta del la piel y de sus necesidades y a partir de ahí elegir el
tratamiento. Si bien es cierto que, en términos generales, una piel de 30-35
años comienza a requerir tratamientos cosméticos más complejos, la mejor opción
va a ser, sin duda, la que recomiende un médico especialista, que es quien
puede hacer una valoración más exacta y orientar al paciente de cara a elegir
un buen cosmético o de realizar un tratamiento médico-estético, en función de
las necesidades", aclara la presidenta de SEME.
Aquí reconoce que hay un mejor producto antienvejecimiento.
"Sí en cambio puede estar mejor o peor indicado", precisa, teniendo
en cuenta que cada piel es distinta y va a requerir de uno u otro abordaje en
función de sus necesidades. "Así que el mejor producto puede ir desde una
crema hidratante, sin fragancia, con Ph neutro y de
gran consumo, hasta una fórmula magistral específica o una nutritiva de
determinada marca que, ya sea por sus principios o excipientes, sea la más
indicada para esa persona en ese momento", aclara Vega.
En realidad, dice que la elección de un producto o de un
tratamiento cosmético es más complejo de lo que pudiera parecer 'a priori', y
optar por un tratamiento cosmético no apropiado puede profundizar aún más el
problema que queramos atajar.
Rutina para
prevenir el envejecimiento de la piel
En opinión de la presidenta de SEME, la mejor rutina que se
puede seguir a la hora de prevenir el envejecimiento de la piel es realizar una
limpieza adecuada por las noches, nutrirla tras el lavado y, en los casos
necesarios, aplicar tratamientos específicos como anti-manchas
o anti-acné, por ejemplo.
"Por la mañana deberíamos de volver a realizar una
limpieza, esta vez suave; hidratar o nutrir ligeramente y aplicar fotoprotección.
Además de estos pasos que son básicos, lo ideal sería valorar posibles
deficiencias nutricionales para solventarlas con una prescripción vitamínica y,
por supuesto, en caso de determinados inestetismos
(líneas de expresión estáticas, flacidez, etc.), corregirlos con las diferentes
soluciones médico estéticas como toxina botulínica, peelings,
rellenos, láseres y radiofrecuencias", señala.
Estos tratamientos, según insiste, siempre deben ser
indicados y aplicados por un médico con conocimientos específicos en estética
para alcanzar los objetivos deseados y evitar poner en riesgo la salud.